Partiendo de la premisa de que dicho seguro no es obligatorio, nos vemos en la necesidad de recalcar la importancia de tener un seguro que cubra las posibles responsabilidades que puedan surgir por los daños que las instalaciones comunitarias puedan ocasionar.
Un seguro adecuado a la realidad del edificio dará tranquilidad a todos los propietarios. Para ello, es importante que la póliza se realice teniendo en cuenta el valor y los metros cuadrados reales del edificio y que además de la responsabilidad civil cubra otras contingencias como los daños por agua, daños estéticos, robos, fenómenos atmosféricos, rotura de cristales.
Es importante contar con la ayuda de un profesional a la hora de suscribir la póliza para evitar dejar lagunas de coberturas en ella. Los datos confirman que en las Comunidades aseguradas se cubren al año más de un millón de accidentes.