El problema de los infraseguros y la duplicidad de coberturas
Ni es ser pesimista ni llamar a las desgracias. Aplaudimos el optimismo bien informado. Todos los días en todo el mundo suceden tragedias, accidentes, incendios, derrumbes, al igual que hay gentes afortunadas por la lotería, nacimientos, vacaciones y sonrisas. Lo cotidiano es así… de cotidiano. Cuando llega el momento malo, cuando las inundaciones de nuestra vivienda traspasan muros y forjados, cuando el humo y los efectos colaterales de apagar el fuego es lo único que nos resta de nuestros recuerdos y enseres, ya no es momento de quejarse por lo que NO hicimos en su momento.
Pregunte qué cláusulas tiene la póliza de seguros de su comunidad, consulte con su administrador o con su asesor de seguros y no se engañe a usted mismo rebajando, cuando no camuflando hasta lo ridículo, el valor de sus pertenencias. Ante un suceso, a mayor magnitud mayor desesperación, no sirve de nada repetir hasta la saciedad: si lo llego a saber.
Hay que asegurar continente y contenido, barajar cuantas posibilidades mejor, regatear lo justo aprovechando las oportunidades que nos brindan pero no firmar una póliza con el único objetivo de “salvar los muebles” sabiendo que ni los muebles hemos incluido en los bienes a proteger. Nunca será un gasto, contémplelo como una inversión ante lo imprevisto, sabiendo que lo imprevisto llega sin avisar y rodeado de daños colaterales. Si no fuera así, se llamaría de otra manera y no tendría espacio en la sección de sucesos de los periódicos.
A continuación, mostraremos dos errores comunes que se dan en los seguros de hogar y los seguros comunitarios: los infraseguros y la duplicidad de coberturas.
1- INFRASEGUROS
Si en el momento de la producción de un siniestro la suma asegurada es inferior al valor del interés asegurado, la compañía aseguradora indemnizará el daño causado en la misma proporción en la que aquélla cubre el interés asegurado.
Es decir, si una persona asegura su vivienda valorándola en la mitad de lo que vale realmente y pagando la mitad de la prima que hubiera pagado de haberla asegurado correctamente, asegura sólo la mitad de su vivienda.
El asegurado ha de pagar de su bolsillo la otra mitad, que auto aseguraba (queriendo o sin querer).
¿Ahora bien…si se incendia solo la mitad o una parte?, se soluciona con una simple regla de 3 llamada regla proporcional:
suma asegurada x importe de los daños
Indemnización = ————————————————————
Valor real bienes asegurados
Veamos un ejemplo práctico:
Si la cantidad asegurada fueran 200.000 euros y el valor de los daños provocados por el siniestro fuera de 50.000€ pero el valor real de los bienes asegurados asciende a 400.000 euros, el resultado sería el siguiente: (200.000 x 50.000) / 400.000 = 25.000€
Es decir, el asegurado, en este caso concreto, obtendría como indemnización el 50% del valor total al que ascienden los daños (recordemos que en este caso serían 50.000 euros).
2- DUPLICIDAD DE COBERTURAS ENTRE EL SEGURO DE HOGAR Y DEL SEGURO DE LA COMUNIDAD
Seguramente hayas escuchado en más de una ocasión que existe duplicidad de coberturas entre el seguro de hogar y de comunidades, o como se denomina en el argot asegurador, concurrencia de seguros.
Lo que ocurre, es que a veces, por descuidos, desconocimiento de las cláusulas de las pólizas o por el simple hecho de NO realizar una consulta, varios de estos seguros cubren los mismos riesgos.
Esto no significa que la indemnización en caso de siniestro sea doble, en estos casos cada compañía de seguros acuerda la parte que le corresponde abonar por el siniestro, a pesar de que se ha pagado la prima correspondiente por duplicado.
Para evitar esta concurrencia debes pedir copia de la póliza de tu edificio a tu Administrador de Fincas y que un Corredor de Seguros Colegiado estudie tu caso en concreto y te asesore en la contratación de las coberturas y capitales idóneos en tu seguro de hogar según tus necesidades.
Excelente!