¿Cuáles son los riesgos de alquilar una vivienda? A las preocupaciones frecuentes que implica cualquier alquiler, se suman ahora nuevos miedos por las medidas adoptadas con motivo de la pandemia y, sobre todo, por la mala situación económica de muchos hogares.
Las mayores inquietudes de los propietarios son, además de los retrasos y los impagos de la renta, los desperfectos y las condiciones pésimas en las que los inquilinos dejan sus viviendas. En muchos casos, no tendrán más remedio que aceptar una reducción de la renta o el pago aplazado que el inquilino le proponga.
En el caso de no llegar a un acuerdo entre ambos, los propietarios se preguntan si podrán desahuciar a su inquilino; si éste acredita encontrarse en situación de vulnerabilidad económica y no tener alternativa habitacional, podrá pedir la suspensión del proceso hasta, por lo pronto, el 9 de mayo de 2021 (fin del actual estado de alarma). Por el contrario, si no existe situación de vulnerabilidad, el casero sí puede emprender acciones legales; aunque la situación de colapso que atraviesan muchos juzgados por la Covid-19 puede demorar bastante la devolución de la posesión del piso al propietario y, lo más probable, es que resulte difícil cobrar las rentas adeudadas.
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¿Quién tiene que firmar el contrato de alquiler?
Los propietarios que buscan alquilar sus viviendas en este momento persiguen un perfil económico estable para reducir los riesgos de impago de alquiler como consecuencia de un despido o un ERTE del inquilino. Y, además, se protegen con seguros de impago (que cubren de 6 a 12 mensualidades de renta y la defensa jurídica). El problema es que, en ciertas ocasiones, los propietarios exigen avales o garantías desproporcionados. Legalmente, el arrendador solo puede exigir dos mensualidades de renta en concepto de garantía adicional, además de la mensualidad correspondiente a la fianza legal.
Puede ocurrir que los inquilinos no dejen la vivienda alquilada en las mejores condiciones o que queden suministros pendientes de pago. Es por esto que algunos propietarios consideran que la citada garantía adicional no es suficiente para cubrir estos posibles impagos o desperfectos.
Sofía de la Serna
Especialista en inmuebles