En los últimos días, las fuertes lluvias que han azotado Navarra no solo han trastocado la vida cotidiana de cientos de ciudadanos, sino que también han generado importantes daños en muchos de sus hogares. El desbordamiento de los ríos de diciembre de 2021, que supera con creces al registrado en junio de 2013, ha dejado coches empantanados y viviendas anegadas de agua.
Ante esta complicada e inusual situación, las personas afectadas suelen dudar sobre la cobertura de su seguro ante este tipo de fenómenos atmosféricos.
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En el caso de la lluvia, las aseguradoras se hacen cargo siempre y cuando las precipitaciones superen los 40 litros por metro cuadrado y hora. Hay que destacar que las compañías se harán responsables de los desperfectos si el agua ha provocado que se rompan, por ejemplo, canales artificiales o acequias en la superficie. Sin embargo, si la inundación se produce a consecuencia de una tromba de agua «extraordinaria», será el Consorcio de Compensación de Seguros (CCS) la entidad que asuma el coste de las indemnizaciones. En cualquier caso, para que el CCS se haga cargo, es indispensable tener contratado sí o sí un seguro del hogar.
¿Cómo actuar tras el siniestro?
En primer lugar, es imprescindible sacar fotos y grabar vídeos de la situación en la que ha quedado el inmueble, para poder acreditarla ante la compañía aseguradora. Una vez hecho esto, se requiere ponerse en contacto cuanto antes con el mediador de su seguro.
Además, en el caso de que sea necesario contactar con el CCS para solicitar una indemnización, se deberán guardar todas las facturas y presupuestos generados a raíz de las labores de limpieza y reparación.

¿Y qué ocurre con mi coche?
Los seguros no cubren los daños producidos en un vehículo a consecuencia de una inundación o temporal, al tratarse de un acontecimiento extraordinario. En estas circunstancias, de nuevo hay que recurrir al Consorcio de Compensación de Seguros. Según éste, se considera inundación extraordinaria al «anegamiento del terreno producido por la acción directa de las aguas de lluvia, las procedentes del deshielo o las de los lagos que tengan salida natural, de los ríos o cursos naturales de agua en superficie, cuando estos se desborden de sus cauces normales, así como los embates de mar en las costas».
Sin embargo, el Consorcio de Compensación de Seguros no se hará cargo de la inundación de un coche cuando haya tenido lugar por el agua que procede de una presa, un canal o una alcantarilla que se hubieran averiado o reventado por otros motivos que no se corresponden con los riesgos extraordinarios. Del mismo modo, también se excluyen los daños que pueda causar la lluvia al caer directamente sobre el vehículo.